Obra Original
-

De la serie Cosmogénesis de una creación. En la mitología romana, Jano es el dios de las puertas, los comienzos y los finales. Por eso le fue consagrado el primer mes del año. Sus dos caras le permitían vigilar hacia adelante y atrás simultáneamente y ver pasado y futuro. Jano, un dios omnipresente que presidía los cambios y los espacios de transición. Era la deidad que estaba “en medio” de todas las cosas; presidía el inicio de todas las actividades y custodiaba los umbrales.




















